hembra entra en celo cada cierto tiempo, siendo el celo un periodo en el que la hembra tendrá sus óvulos listos para la inseminación. Para saber si una hembra entra en celo o no sólo hay que observarla, pues comenzará hinchándosele la vagina y poco después comenzará a segregar un poco de sangraza. Su primer celo es entre los 6 y 24 meses de edad según la raza, y después de ese primer celo cada 5 ó 8 meses, fuera del tiempo en el que la hembra permanece en celo no acepta relaciones sexuales de ningún macho.
De este modo cuando las perras entran en celo, aceptan de manera instintiva al macho sin mayor resistencia, estén dónde estén. Sin embargo, hay machos si están demasiado excitados, se inhibirán si tienen que dar rienda suelta a sus necesidades fisiológicas en un territorio que no consideran "suyo". Esto se explica a través de los instintos más primitivos, propios de sus parientes lobos.
Debido a esta conducta, lo ideal a la hora de montar una hembra es llevarla al territorio del macho, para que sea él quien domine la situación. Algunas hembras llegan a ser más dominantes que el macho, y no aceptarán la monta incluso estando en su territorio. En estos casos en los que la hembra resulta ser más dominante, no hay que obligarlos a una monta forzada, ya que el estrés producido en la perra podría provocar que jamás quiera volver a aparearse con otro macho, e incluso el efecto fisiológico producido por esta "violación" puede producir una reabsorción de los embriones, con lo que la perra no produciría ninguna camada.
PROCESO DE LA MONTA
El momento de "monta" o apareamiento está formado por una serie de eventos que llevan cierto orden, los cuales son:
- Los ejemplares a aparearse comienzan a olerse con la finalidad de identificarse.
- Una vez presentados, ambos moverán la cola con especial interés (como si les diera gusto verse y estar ahí), siendo el macho el más interesado.
- La hembra iniciará un tipo de jugueteo con el macho a fin de sentirse más cómoda y a gusto.
- Es importante darles tiempo a los ejemplares de que socialicen el tiempo necesario a fin de evitar peleas entre ellos. Durante este periodo se notara como el macho hará alarde de sus métodos de conquista (olerá el hocico y las orejas de la hembra al mismo tiempo que las lame; así como el área genital -vulva y parte trasera- con el objetivo de estimularla a la monta).
- Una vez que estén en confianza, el macho intentará montarla en repetidas ocasiones hasta que la hembra lo permita (es importante que el macho no sea demasiado pesado para evitar que la hembra se siente cada vez que intenta montarla).
- Cuando la hembra accede a la monta el macho iniciará una serie de movimientos, para después girar sobre ella y quedar en posición contraria unido a ella. A esto mucha gente le llama "quedarse pegados". No se quedan pegados, lo que ocurre es que en el pene del macho existe un bulbo que al momento de aparearse aumenta su tamaño debido al llenado de sangre y favorece la cópula. Este evento puede variar en cuanto a duración de tiempo de 15 a 30 minutos, es importante que cuando se de, ambos se encuentren en un lugar tranquilo para ayudarles a evitar el estrés o que se separen antes de terminar la cópula (como suele ocurrir entre los perros callejeros, donde la hembra y el macho que se cruzan son presionados por los otros machos que también esperan aparearse o por las personas que presencian la cópula). Durante una separación brusca, el pene del macho podría fracturarse, ya que en su interior presenta un hueso denominado "hueso peneano". Es en este momento donde el macho fecunda a la hembra, ya que por estímulos de temperatura y presión por parte de la hembra, estimulan al macho a eyacular. En este momento el bulbo del pene comienza a regresar a su tamaño normal.
- Una vez terminada la cópula y que ambos se separan, comienza el evento del aseo, ya que tanto como la hembra como el macho se lamen sus genitales.
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